El valor de una familia
Vuelto a la sandez se abren regocijantes esos caminos oscuros
que llaman aquel extraviado tornar sobre los pasos antes dados
que otrora borrara por mi niña bonita, tan lejana, tan ausente ya
a pesar de que doliente esta su corazón grande es el destiempo
que nos separa pido tu mano piadosa sagrado corazón de Jesús
unas nuestros caminos en una familia cual corriente entrelazada
será solamente una la fuente de la cual mana bajo tu bendición;
más si turbado designio es tu voluntad que se seque ya la fuente
de la cual no bebe ni siquiera la soledad, ni menos la muerte ya,
sea yo quien enjugue lágrimas y no sea la envidia, ni la maldad
quienes lleven támbien a mi niña bonita a días de atardecer.
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luis romo -